Wilmina Hotel Berlin en Charlottenburg-Wilmersdorf
Un remanso de paz con delicias culinarias en la City West
En el corazón de la City West, tras una fachada histórica, descubrirá una pequeña joya entre los hoteles de Berlín. Esta antigua cárcel de mujeres se ha convertido en un hotel luminoso y acogedor. Tanto si busca lugares de interés culinario y cultural como si desea sumergirse en la vida nocturna de Berlín, en el Wilmina Hotel Berlin, de gestión familiar, encontrará el remanso de paz y el punto de partida ideal para su estancia en la capital.
Un oasis escondido: el Wilmina Hotel Berlin
En la Kantstraße 79, le espera uno de los hoteles más originales y, al mismo tiempo, de mejor gusto de la ciudad. La antigua cárcel de mujeres de Charlottenburg se ha transformado en un nuevo hotel que hace justicia al conjunto catalogado del siglo XIX. Las habitaciones, con un equipamiento cuidado y sencillo, dan a patios interconectados y exuberantes jardines. El renombrado estudio de arquitectura Grüntuch Ernst ha conseguido crear un diálogo sensible entre los espacios existentes, preservando, a la vez, las huellas del pasado con esmero. El resultado es un lugar de retiro contemplativo en el centro de Berlín, único en su género.
Este hotel familiar le da la bienvenida con sus 44 habitaciones y suites en tonos claros y colores suaves. Ya no hay rastro de las condiciones de hacinamiento de las antiguas celdas de la prisión: ahora se puede disfrutar de paz y comodidad. El hotel es adecuado para turistas solitarios y parejas, así como para viajes de negocios y familias. Ofrece Internet a alta velocidad, así como caja fuerte, televisor y un pequeño escritorio en cada habitación. Si se desea, algunas de las habitaciones del hotel también pueden conectarse para formar pequeñas suites, ideales para un viaje a la gran ciudad con la familia. En la terraza de la azotea, podrá disfrutar del aire fresco de Berlín y, en la biblioteca, podrá leer y relajarse en paz. El hotel también ofrece una zona de spa y fitness, un bar y el restaurante Lovis, donde la chef Sophia Rudolph define la cocina alemana contemporánea. Junto con su equipo, reinterpreta los platos tradicionales en este encantador local, centrándose en los ingredientes regionales y de temporada. Déjese sorprender.
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Wilmina Hotel Berlin: pasado y presente
El conjunto histórico del Wilmina Hotel de Charlottenburg se construyó en 1896 como tribunal penal con su propia prisión, en aquella época todavía como edificio independiente. El edificio delantero albergó inicialmente el tribunal penal local, más tarde la administración de sucesiones, después el Instituto estatal de química y, por último, la oficina del catastro de Charlottenburg-Wilmersdorf. La propia prisión se cerró en 1985 y sus espacios sirvieron de archivo para el catastro. El Wilmina Hotel Berlin ha sabido reflejar esta variada historia. Además de hotel y el restaurante, una tercera institución ha encontrado su lugar en el conjunto: este antiguo juzgado ha cobrado nueva vida como centro de arte y cultura bajo el nombre de Amtsalon. Este espacio multidisciplinar para el arte, la arquitectura y el diseño ofrece una plataforma a mentes creativas y empresas para que diseñen espacios destinados a proyectos temporales. La entrada es gratuita y merece la pena visitar las exposiciones itinerantes.
Wilmina Hotel: descubra Charlottenburg
Aunque la sensación de recogimiento del Wilmina Hotel Berlin pueda llevarle a olvidarlo, se encuentra en pleno Berlín. Gracias a sus elegantes edificios de antes de la guerra, el barrio de Charlottenburg goza de una reputación exclusiva. A un corto paseo al oeste del hotel, se encuentra el Parque Lietzensee, una zona verde recreativa en el centro de la ciudad. Alrededor de este lago se encuentra la antigua comunidad de Witzleben, fundada en 1820 como finca con jardín por Job von Witzleben. El parque de la finca sigue existiendo hoy en día como Lietzenseepark. A principios del siglo XX, se construyeron junto al lago las primeras y elegantes casas de alquileres para las clases altas de Berlín y Charlottenburg. Y aún hoy, el lago es una de las zonas residenciales más bellas de la ciudad. También hoy, 200 años después, el extenso parque invita a descansar y relajarse. Muchos visitantes de la ciudad se sorprenden por la tranquilidad y la sensación de pueblo que se puede llegar a sentir en el centro de la capital.
Al norte del lago se encuentra la Schillerwiese, donde podrá tomar el sol a sus anchas. En la terraza a orillas del lago, se encuentra la Bootshaus Stella, con cervecería al aire libre, platos abundantes y una panorámica especial. Tras la puesta de sol, la Torre de Radio de Berlín se refleja en el agua del lago y ofrece una vista única. El restaurante bávaro Engelbecken, en la calle Witzlebenstraße, justo enfrente del lago, es igual de sencillo y sin pretensiones. Con el típico escalope, ensalada de patata y cerveza de trigo, disfrute de un breve viaje culinario al sur de Alemania. Otro consejo: De vuelta al hotel, visite Blomeyer's Käse y Wald Königsberger Marzipan, dos auténticas eminencias en su campo y muy conocidas más allá de las fronteras de Charlottenburg.
Visita guiada por los alrededores del Wilmina Hotel Berlin
Desde el hotel, mirando al este en la Kantstraße, se llega en pocos minutos andando a la calle comercial Wilmersdorfer Straße. Allí encontrará de todo y podrá comprar durante horas. También puede echar un vistazo por los mercados de las plazas Karl-August-Platz y Lehniner Platz. A lo largo de los años, la propia Kantstraße se ha convertido en un centro de culturas asiáticas en Berlín. En la llamada Asiatown, hallará numerosas tiendas, productos exóticos y restaurantes, así como propuestas culturales del Lejano Oriente. En Savignyplatz, podrá gozar de un poco de paz y tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la plaza era lugar de encuentro de escritores y artistas. Y aún hoy se deja sentir algo del espíritu de antaño: muy cerca de la calle Kurfürstendamm, se abre un pequeño paraíso verde que invita a respirar hondo bajo copas de árboles y arbustos en flor. En el Bücherbogen de Savignyplatz, justo al lado, puede pasarse horas buscando su nuevo libro favorito.
Wilmina Hotel Berlin como punto de partida para el arte y la cultura
El elegante barrio de Charlottenburg también tiene mucho que ofrecer a todas las personas que amen el arte y la cultura. La Villa Oppenheim se encuentra a poco más de un cuarto de hora caminando del hotel y le hará viajar en el tiempo con su exposición. Un poco más al norte se encuentra el Museo Berggruen. Justo al lado, el Museo Bröhan expone objetos del art nouveau, el art déco y la Secesión berlinesa. Y planes de noche tampoco faltan: a poca distancia a pie, se encuentran lugares tan conocidos de Berlín como la Ópera Alemana, la Schaubühne y el cine Kant. Además, los numerosos restaurantes y cafés de la City West garantizan que no se aburra en ningún momento del día o de la noche.
Encuentre paz y tranquilidad en el Wilmina Hotel Berlin
Sean cuales sean sus planes, después de un largo día en la ciudad, el Wilmina Hotel Berlin le da la bienvenida como retiro y oasis de paz. Ponga los pies a descansar y disfrute de la calma, la luz y el ambiente natural de su habitación. El hotel es, por tanto, el punto de partida ideal para salir a explorar sus alrededores y todo Berlín.