Sobre las huellas de los años 20 en Berlín
Pensar en la Europa de entreguerras es más que un acto de memoria e imaginación, de viajar a un espacio físico: se trata de viajar en el tiempo.
En un viaje en el tiempo podemos trasladarnos al pasado para descubrir períodos vibrantes a pesar de las crisis sociales, económicas y políticas. Tal es el caso de Berlín durante la cultura de Weimar. Una ciudad que en los años 20 es testigo de una vida bohemia llevada por artistas e intelectuales; testigo de las fiestas, de la celebración hedónica, la libertad y el espíritu revolucionario de las mentes brillantes.
Los dorados años 20 de Berlín, hogar de artistas e intelectuales
Una ciudad de renacimiento cultural y creatividad desmesurada, llena de clubes, bares, cafés, salones de fiesta y teatros cabaret; llena de influencias en la literatura, el cine y el teatro. Las ideas de la época, combinadas con el jazz y las mujeres modernas de cabello corto son una ruptura de esquemas y costumbres. Ciertamente, es una década de emancipación y poder para el género femenino, una década en que Berlín y París detonan charlas intelectuales y diálogos literarios.
¿Para qué hablar con nostalgia del pasado cuando se puede entrar en él? Sólo es cuestión de viajar a Alemania y seguir las huellas de los años 20 en Berlín; de respirar, sentir y vivir en carne propia el espíritu de la época. Para interiorizarla, una buena opción previa al viaje es leer la novela "Berlin Alexanderplatz" de Alfred Döblin, que brinda detalladas descripciones capaces de recrear el ambiente de la ciudad. Ver el musical "Cabaret", con Liza Minnelli, es otra buena opción para entrar en actitud al estilo provocador del Kit Kat Club.
La mítica Bohème Sauvage: un homenaje a la vida bohemia y los placeres efímeros
Los viajeros no tienen que resignarse con investigar sobre los años 20, también pueden disfrutar del cabaret, el burlesque, la absenta, el charleston, el swing y la sátira política en este paraíso nocturno; un cabaret tan mágico como decadente donde menos nunca es más y demasiado no es suficiente por mucho tiempo. Un concepto vintage para perseguir los placeres, elegir un personaje y vivir la noche.
En la Bohème Sauvage es posible ser una diva, un dandy, un bohemio, un artista, una bailarina de cabaret o cuántas posibilidades se configuren en el imaginario. El juego real es ser alguien distinto de quien se es en la vida cotidiana; cambiar de nombre, de estilo, de época, de ansias, mientras que alrededor todo es tan irreal, tan espléndido que embriaga.
Salones de baile: entre la literatura y el swing
Clärchens Ballhaus es un restaurante de la Auguststraße del barrio de Mitte que abre sus puertas en 1913. Su ambiente de salón de baile evoca principios del siglo XX y el protagonista del libro "Berlin Alexanderplatz" tiene diversas anécdotas en el lugar, como invitado habitual de la sala de baile.
El aire decadente, propio de las huellas de la guerra en el edificio, así como la decoración, el baile antiguo y la música generan un ambiente ideal para vivir un tiempo pasado. Por algo el dibujante Heinrich Zille solía sentarse a dibujar junto al bar.
Una noche de swing y desenfreno en el legendario Ballhaus Berlin es indispensable. Su fachada livianamente destruida oculta una de las más antiguas salas de fiesta para disfrutar de una noche de swing, desenfreno y cabaret. A pesar del bombardeo durante la guerra, es el único conservado de la época en la calle Chausseestraße.
El histórico y mágico cine Delphi
No siempre se viaja para conocer un nuevo destino. A veces se viaja para indagar una ciudad con los ojos puestos en la evocación. Cuando pensamos en los grandes artistas, es posible que pensemos también en sus grandes inclinaciones. Artistas como Baudelaire, Manet, Degas, Rimbaud, Verlaine y Toulouse Lautrec eran apasionados de la absenta. En el cine Delphi se celebra la Velada del Cóctel de Absenta, donde bohemios se dan cita para tomar el hada verde.
Durante los años 20, en él se proyectan películas mudas con música en vivo. Los visitantes miran desde las mesas de madera. Algunos eventos que se celebran ahí en la actualidad son el Teatro Surrealista y conciertos de swing y jazz con un especial código de etiqueta: vestimenta de la época.
Nada mejor para un viajero nostálgico que seguir las huellas de los años 20 en Berlín; explorar las calles, las tiendas de alquiler de disfraces y las tiendas de antigüedades. El mercado de antigüedades en la Ostbahnhof, además de tener una atmósfera apacible, es ideal para encontrar y ser encontrados por discos grandiosos de la década y primeras ediciones de libros. Berlín es una ciudad donde charlar, jugar, disfrazarse y disfrutar los salones, cabarets y recorridos inspirados por una época llena de genialidad y seducción.