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Palacio Glienicke con fuente
Palacio Glienicke con fuente © SPSG, Foto: Hans Bach

Palacio Glienicke (Schloss Glienicke)

Italia a orillas del río Havel

El sueño de Italia a orillas del río Havel. El Palacio Glienicke es una villa clasicista con encanto mediterráneo.

El cautivador Palacio Glienicke, con su estilo de villa italiana, se encuentra a orillas del río Havel y logra que los visitantes sueñen con la campiña del sur. Paseando por el parque y contemplando el entorno del palacio y el agua es fácil olvidar que no se trata de hermosos paisajes italianos, sino que la agitada Berlín está a la vuelta de la esquina.

Italia en la marca Brandeburgo

En 1823, el Príncipe Carlos de Prusia volvió de un viaje por Italia. Fascinado por la belleza de la época antigua, quería una villa clásica en la «marca Brandeburgo». El arquitecto Karl Friedrich Schinkel fue el socio perfecto y la finca Glienicke a orillas del río Havel, el lugar ideal para su sueño italiano.

Karl Friedrich Schinkel le dio un estilo clásico a la casa solariega de la finca. Los diseños del casino, la Gran Curiosidad y la Pequeña Curiosidad también se basaron en los de edificios modelo de la antigüedad. El Príncipe Carlos de Prusia, un apasionado coleccionista de objetos preciosos, decoró las estancias del palacio y los jardines con su gran colección de antigüedades. Tras su muerte, la propiedad se deterioró porque su hijo falleció pronto y su nieto no perpetuó el sueño italiano. Por ello, buena parte de la valiosa colección se dispersó a los cuatro vientos y el palacio quedó abandonado. Después de la Segunda Guerra Mundial se utilizó como hotel deportivo y escuela para adultos. Desde 1995, el Palacio Glienicke es administrado por la Fundación de Palacios y Jardines Prusianos de Berlín y Brandeburgo.

El Palacio y el Parque Glienicke se encuentran entre los Palacios y Jardines Patrimonio de la Humanidad de Potsdam y Berlín.

El Palacio Glienicke en la ruta Wannsee-Babelsberg
El Palacio Glienicke © Wirtschaftsförderung Steglitz-Zehlendorf, Foto: Steven Ritzer

El interior del Palacio

Los colores intensos, como el rojo, el azul oscuro y el verde, iluminan las salas y estancias del palacio y crean un ambiente esplendoroso para el mobiliario y las piezas de la exposición. El elemento principal es el Salón Rojo, la sala de fiestas del palacio de verano.

El Museo de los Jardineros de la Corte

300 años de diseño de jardines: el primer Museo de los Jardineros de la Corte de Europa presenta la artesanía de los jardineros de las cortes prusianas.

El parque

El paisajista Peter Joseph Lenné construyó el parque en estrecha colaboración con Schinkel después de que el príncipe expresara su deseo de aunar arquitectura y naturaleza de forma armoniosa. Por ello, el espacio de recreo parece natural, a pesar de que haber sido construido artificialmente. Al palacio se llega a través de una pérgola adornada con plantas y fragmentos de mármol. Una de las piezas decorativas del parque es la fuente del león dorado sobre columnas elevadas. Los miradores se bautizaron con los preciosos nombre de Pequeña Curiosidad y Gran Curiosidad. El casino situado en el parque, a orillas del lago Jungfernsee, también imita las construcciones de la antigüedad con sus pérgolas.

Restaurante Remise Glienicke

En el cobertizo se ha emplazado un restaurante para paladares exigentes. Gracias a su romántica ubicación, se alquila sobre todo para celebrar bodas.

GartenForum Glienicke

En el GartenForum Glienicke del Palacio Glienicke se organizan con frecuencia eventos relacionados con el paisajismo, la historia del paisajismo y el mantenimiento de jardines históricos.

La Arcadia prusiana

Desde el Parque Glienicke podrá disfrutar de las vistas desde el río Havel hacia Potsdam. No olvide visitar el Puente de Glienicke, que conecta Berlín y Potsdam. Durante la Guerra Fría, la frontera interna alemana pasaba exactamente por él, por lo que era el punto de intercambio de agentes. Durante la división, la capilla de Klein Glienicke también tenía una situación fronteriza y acabó por deteriorarse. Actualmente, esta joya del Neogótico resplandece tras una compleja restauración, y el entorno del palacio de Berlín y Potsdam vuelve a ser una sola unidad. En la parte de Potsdam, en lo alto de una colina, se encuentra el romántico Palacio de Babelsberg. Desde el parque podrá disfrutar de unas increíbles vistas de los jardines, el lago y la «Arcadia prusiana».

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Horarios

Horario de apertura (información adicional)

abierto por temporadas