Greifbar
Éxito permanente en la escena
El Greifbar impresiona por el encanto áspero de una obra de construcción. En la entrada de este bar gay tiene que llamar al timbre para que le abran la puerta. En el interior, una gran zona de bar sin ventanas aguarda a los visitantes. Sobre la gran barra cuelgan pantallas, las paredes están hechas de ladrillos sin enlucir y en la parte posterior del bar se halla un cuarto oscuro.
El bar no presenta ningún código de vestimenta fijo, cualquier estilo es bienvenido, y esto es lo que hace de Greifbar un lugar de encuentro popular para los asiduos y visitantes de Berlín de todo el mundo.